David Bisbal nos cuenta su fascinante historia de amor perruno en fascículos
A la pobre Nala solo le falta hacer el pino-puente, sin embargo ahora es él el que se hace el interesante. No pueden vivir el uno sin el otro, pero ambos siguen vivos. ¿Qué queréis?, hay que poner medio argumento a esta tortuosa historia de amor, para que enganche, aunque ya en sí mismo, resulta muy pegajoso ver a David cubierto de babas perrunas (o de cualquier forma).
"En verdad, se aman". Vamos por la segunda entrega:
"En verdad, se aman". Vamos por la segunda entrega:
Continuará, o no.